Star Wars: Los últimos jedi
Reseña:
Tras dos años de espera, y con el
sabroso aperitivo de Rogue One (Una
historia de Star Wars, Gareth Edward) el año pasado, ya está aquí el nuevo
capítulo de la saga galáctica, Star Wars:
Los últimos jedi, escrito y dirigido por Rian Johnson (Looper, 2012). Antes de comenzar con la mandanga propiamente dicha
diré que mi reseña va a levantar ampollas, simplemente por el hecho de que me
ha gustado y me ha parecido una muy buena película. Por supuesto, he de aclarar
que lo que estoy escribiendo aquí no es una crítica, es una opinión, por lo que soy libre de
exponer lo que me venga en gana sin miedo alguno a que se me rebata, discuta y respete.
Porque, señoras y señores, ese es el principal problema de la gran cantidad de
textos publicados en referencia a esta estupenda película: el hecho de poner en
duda el criterio de los demás. Escribir es gratis, opinar también, y a día de
hoy hasta un chimpancé tiene una cuenta de Twitter,
Facebook, Instagram o cualquier otra red social (o pozo de mierda, según el
día que tengamos). Y, como digo, es algo totalmente gratuito, como lo son
muchas de las expresiones que uno ha tenido que soportar antes, durante y
después el estreno de esta película. Porque es eso, una película, y como toda
película perteneciente a una franquicia, tiene seguidores, o "fans".
¿Qué es un fan? La Real
Academia Española define fan como un "admirador o seguidor de
alguien" y como un "entusiasta de algo". No dice nada de lo que
es un "fan de Star Wars", y
sin embargo, muchos blogueros y tuiteros de poca monta (sin faltar,
simplemente les estoy definiendo como lo que son) han decidido lo que es un
verdadero seguidor de esta saga. Básicamente establecen, sin yo saber muy bien
en qué se basan para tal afirmación, que un verdadero fan no aprobaría este
nuevo episodio de la saga. Permitidme que me ría, pero en su cara.
¿Qué es Star Wars: Los últimos jedi? Para un servidor estamos ante una de
las mejores entregas de la saga. Si bien ese puesto sigue reservado para el Episodio V, Los últimos jedi ha
redefinido por completo los cánones de la saga, para bien. La libertad creativa
con la que Johnson se ha puesto al frente de esta película, tanto en guión como
en dirección, le ha permitido entregar un producto arriesgado y totalmente
nuevo, mucho más de lo que pensaríamos muchos seguidores (fieles o no, que
luego algunos tenemos la piel muy finita y se nos nota). Y he ahí el principal
problema, que nunca llueve a gusto de todos. Este Episodio VIII es sin duda el mayor ejemplo de secuela atípica que
tiene todas las papeletas para llevarse una buena somanta de hostias. Pero no
nos equivoquemos, ello no es debido a su carencia de calidad (la calidad se
tiene o no, esto sería también un punto a recordar a muchos redichos que van de
listos por la vida), sino a que las comparativas son odiosas. ¿Comparativas con
qué? Con el antiguo Universo Expandido. Que sí, que a todos nos hubiese gustado ver
en imágenes la Trilogía de la Nueva
República, pero no ha sido así, y hay que aceptarlo. Si se quiere revisitar
esa saga ya están las tres novelas o los cómics. Es más, me aventuro a decir
que no hubiese sido posible adaptar dichas novelas al cine debido a la
situación actual de los protagonistas de la trilogía original. En este sentido,
hay que tener también en cuenta que los seguidores no son los que hacen la
película, sino los que pasan por taquilla, y hay un riesgo inherente a este
hecho, que no les guste lo que vean. Pero ojo, no es lo mismo que un film no te
guste y que este film sea malo. The last
jedi no es malo ni peor, lo siento, sino todo lo contrario. Es un capítulo
que fractura por completo todo lo que ya conocíamos y afianza las bases de lo que
supondrá esta nueva trilogía iniciada por J. J. Abrams y superada ampliamente
por Johnson. Y como ya he dicho al comienzo de mi reseña, lo hace para bien.
La historia arranca justo donde
terminaba el remake, perdón, el Episodio VII. Que esto quede claro, me
gusta el Episodio VII y me parece una
entrega muy competente, pero huele a refrito y eso nadie nos lo debería negar.
Es una cinta entretenida, ágil, divertida, con toques oscuros, muy bien
dirigida y con mucha nostalgia. Y ese es su talón de Aquiles, la puñetera
nostalgia que nos impide alcanzar algo nuevo y fresco. Por suerte, el primer
gesto de Luke Skywalker con el sable láser en este Episodio VIII deja bien claro que los tiros van a ir por otra
parte. En la película, la Primera Orden se ha vuelto más fuerte y tiene acorralada
a la Resistencia, liderada por la General Leia Organa (Carrie Fisher). Mientras,
en el Templo Jedi de Ahch-To, la joven Rey (Daisy Ridley) tendrá que descubrir su
papel en esta guerra, con la ayuda o no del viejo jedi Luke Skywalker (Mark
Hamill). Paralelamente, el piloto Poe Dameron (Oscar Isaac) se pone al frente
de una misión para intentar destruir un acorazado de la Primera Orden.
El argumento de la película mola porque
ofrece muchas respuestas a los enigmas planteados en la entrega anterior, pero
le sobra la subtrama del acorazado. Sin ella la película hubiese quedado mejor,
sin duda alguna. No obstante, su inclusión no es molesta, ni la participación
en ella de ciertos personajes. Lo que realmente importa es el tríptico que aquí
forman Rey, Kylo Ren y, por supuesto, Luke. Mark Hamill hace un trabajo
realmente impresionante pese a no estar de acuerdo con la dirección que han
elegido para su personaje.
En lo que se refiere al humor y a
esa odiosa comparativa que muchos han hecho de esta entrega con La loca
historia de las galaxias, tan sólo diré que estoy completamente en desacuerdo,
y que ya quisiera Mel Brooks estar a la altura de una cinta de este calibre.
Las notas de humor aportan frescura y ritmo, no veo en ellas problema alguno.
Es difícil escribir sobre una película
en la que precisamente lo que importa es la cantidad de giros y sorpresas que
encierra, por lo que me veo obligado a parar aquí, simplemente dejando bien
claro que tanto los sorprendentes (y reducidos) escenarios como la banda sonora
de John Williams o los efectos especiales están a la altura de las
expectativas.
Para finalizar, quisiera formular
un par de preguntas. La primera, ¿que Star
Wars: Los últimos jedi no tiene nada que ver con la saga creada por George
Lucas? No haberla vendido.
¿Está recibiendo una campaña de
odio desmesurada? Por supuesto, porque odiar es gratuito y fácil, y parece ser
que hay mucho pre-púber que no tiene otra cosa mejor que hacer que vomitar
bilis en las redes sociales clamando al cielo para que desechen la película del
canon oficial y vuelvan a rodarla como a él le hubiese gustado. Por ende, las
reacciones a la película vienen a poner de manifiesto que el grado de idiocia
que la sociedad puede alcanzar por temas tan banales como el que nos ocupa sobrepasa lo estratosférico. Mientras esa gente cumpla
su papel, yo cumpliré el mío.
A los demás os digo: Disfrutad de
la película.
Nota: 8.
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