jueves, 22 de diciembre de 2016

Rogue One: Una historia de Star Wars



Reseña:

Ya llegó. Después de que el año pasado fuésemos testigos del retorno de la saga galáctica con un Episodio VII que en un principio se me antojó algo insatisfactorio, ahora le ha tocado el turno a esta película dirigida por Gareth Edwards (Monsters, Godzilla), una suerte de precuela del Episodio IV, Una nueva esperanza, y el primero de los spin-offs que Disney prometió.

Quiero aclarar varias cosas desde el principio. La primera de ellas es que Rogue One: Una historia de Star Wars me ha parecido la leche, bastante mejor que los Episodios I, II y III. La segunda es que mi punto de vista no es el típico de un entusiasta. Me explico: ¿nos acordamos del Episodio I? Por muy entusiasta que fuese, que lo soy, al Episodio I le vi carencias en su momento y se las sigo viendo ahora. Si mi postura fuese la de un entusiasta acérrimo, cosa que por desgracia suele usarse como argumento para rebatir las teorías de los que amamos la saga con todo nuestro corazón, seguramente defendería el Episodio I más de lo que lo defiendo. Y la tercera, que es evidente que cada uno busca en la saga Star Wars algo determinado, lo que afecta a la valoración que cada uno da a cada entrega en cuestión. En mi caso, lo que me ofrece esta entrega complementaria de la saga original me ha resultado plenamente satisfactorio, lo que la erige como una de las mejores películas de la franquicia.

Antes de nada, ¿qué cuenta Rogue One? El Imperio Galáctico ha terminado de construir La Estrella de la Muerte, el arma más mortífera de todas. Sin embargo, un grupo de rebeldes se enfrasca en una misión suicida consistente en robar los planos de tan temible estación espacial antes de que entre en funcionamiento...

Básicamente, Rogue One ofrece un punto de vista distinto a la hora de contar una historia que ya nos sabemos y que, más o menos, podemos intuir cómo va a terminar. Lo bueno es que no se aleja del espíritu central de la saga, concretamente de la trilogía original, por lo que los lugares comunes pueden ayudar a que uno se sienta más cómodo con esta brillante e inteligente propuesta. Los guiños son constantes, acertados y están muy bien integrados en la película. Sin embargo, a priori podemos pensar que la película no era necesaria pero, ¿y qué más da si lo que cuenta lo cuenta tan sumamente bien? Planteemos la cinta como lo que es realmente, una expansión argumental de la historia central que permite dar mayor profundidad a la misma. ¿Artefacto para sacar dinero? Pues sí... y no, pero como no acostumbro a gastármelas de tremendista en materia de cine (otra cosa ya es mi vida personal), prefiero tomármela como un punto de vista distinto que enriquece el universo expandido.

Son bastantes los aciertos que podemos ver en Rogue One, destacando entre ellos el cambio de estilo con respecto a los Episodios principales de la serie. Empieza la película, aparece el famoso rótulo azul con los cuatro erróneos puntos suspensivos y, a partir de ahí, se produce una ruptura total con lo que habíamos visto. Otro punto a favor es que se ha optado por mostrar mediante rótulos la ubicación de las principales acciones del film, lo que ayuda a que nos situemos mucho más fácilmente sin la necesidad de que ningún personaje tenga que indicarnos constantemente donde nos encontramos. Grandioso es cómo está plasmado todo el trasfondo de represión fascista en el que se desarrolla la película, aquí toda una historia bélica de raigambre clásica.  El Imperio es lo que es, y creo que en este título han sabido plasmarlo casi igual de bien que en el Episodio V, e incluso con un tono aún más oscuro salpimentado con montones de storm troopers, avanzadas, cazas y destructores imperiales que siembran el terror por toda la Galaxia. A destacar queda también la desorganización evidente de la Alianza en sus planes para desbaratar el Imperio, sin tener muy definida aún su línea de actuación.

Según se comenta en numerosos medios, ni personajes principales ni secundarios tienen carisma suficiente. ¿Los actores, tanto principales como secundarios, no tienen carisma? ¿En serio? Para mí la respuesta es clara: eso no es cierto, puesto que encontraremos más de un personaje interesante y, si acaso, deberíamos mencionar a Forest Whitaker, simplemente prescindible. Por lo demás, Felicity Jones, Diego Luna, Donnie Yen y Mads Mikkelsen están impresionantes. Me he dejado a Ben Mendelsohn a propósito, porque quería mencionar más detenidamente su papel como villano. ¡Ríete de Adam Driver, porque esto sí que es un malvado a la altura! Se trata de un auténtico general nazi que impone respeto y miedo con su mera presencia, mucho menos infantil y, por decirlo de alguna manera, menos "harrypotteriano".  Efectivo cien por cien, sin duda alguna, y mucho más acorde al tono serio que desprende la cinta, lo que no quita que, a lo largo de todo el metraje, encontremos también gags bastante ingeniosos.

Lo más llamativo y logrado de todo, con permiso de la aparición estelar de Darth Vader, son los brillantes efectos especiales y el más que sólido guión de Chris Weitz y Tony Gilroy elaborado a partir de una historia original de John Knoll y Gary Whitta. Y matizo lo de "guión original" porque el Episodio VII no era precisamente original sino, como se ha comentado en infinidad de ocasiones, un remake encubierto de Una nueva esperanza.

Hay algún punto negativo que repercute en la valoración global de este estupendo título. Por una parte, el tramo central puede hacerse algo cuesta arriba durante, digamos, unos veinte minutos. Y por otra, algún que otro añadido digital, aunque convincente en líneas generales.

En definitiva, Rogue One es la entrega más violenta y oscura de toda la saga, incluso más que los Episodios III y V. Por supuesto, en ningún instante me he sentido estafado, al contrario, ya que esperaba ver lo que me han mostrado en pantalla. Aquí tenemos una muestra de que con ganas se puede recuperar el espíritu tradicional de la saga, algo que seguramente hará las delicias de los más puristas. ¿Que cuenta lo de siempre? ¿Y? Al menos, la película se muestra capaz de innovar a la hora de contar una historia que nos podíamos imaginar y que veíamos venir, pero es que se trata de una misión suicida...



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