Reseña:
Ya llegó. Después de que el año
pasado fuésemos testigos del retorno de la saga galáctica con un Episodio VII que en un principio se me antojó algo insatisfactorio, ahora le
ha tocado el turno a esta película dirigida por Gareth Edwards (Monsters, Godzilla), una suerte de
precuela del Episodio IV, Una nueva
esperanza, y el primero de los spin-offs
que Disney prometió.
Quiero aclarar varias cosas desde
el principio. La primera de ellas es que Rogue
One: Una historia de Star Wars me ha parecido la leche, bastante mejor que
los Episodios I, II y III. La segunda
es que mi punto de vista no es el típico de un entusiasta. Me explico: ¿nos
acordamos del Episodio I? Por muy entusiasta que fuese, que lo
soy, al Episodio I le vi carencias en
su momento y se las sigo viendo ahora. Si mi postura fuese la de un entusiasta
acérrimo, cosa que por desgracia suele usarse como argumento para rebatir las teorías
de los que amamos la saga con todo nuestro corazón, seguramente defendería el Episodio I más de lo que lo defiendo. Y la
tercera, que es evidente que cada uno busca en la saga Star Wars algo determinado, lo que afecta a la valoración que cada
uno da a cada entrega en cuestión. En mi caso, lo que me ofrece esta entrega
complementaria de la saga original me ha resultado plenamente satisfactorio, lo
que la erige como una de las mejores películas de la franquicia.
Antes de nada, ¿qué cuenta Rogue One? El Imperio Galáctico ha terminado de construir La Estrella de la Muerte, el arma más mortífera de todas. Sin embargo, un grupo de rebeldes se enfrasca en una misión suicida consistente en robar los planos de tan temible estación espacial antes de que entre en funcionamiento...
Básicamente, Rogue One ofrece un punto de vista distinto a la hora de contar una
historia que ya nos sabemos y que, más o menos, podemos intuir cómo va a
terminar. Lo bueno es que no se aleja del espíritu central de la saga,
concretamente de la trilogía original, por lo que los lugares comunes pueden
ayudar a que uno se sienta más cómodo con esta brillante e inteligente
propuesta. Los guiños son constantes, acertados y están muy bien integrados en
la película. Sin embargo, a priori podemos pensar que la película no era
necesaria pero, ¿y qué más da si lo que cuenta lo cuenta tan sumamente bien?
Planteemos la cinta como lo que es realmente, una expansión argumental de la
historia central que permite dar mayor profundidad a la misma. ¿Artefacto para
sacar dinero? Pues sí... y no, pero como no acostumbro a gastármelas de
tremendista en materia de cine (otra cosa ya es mi vida personal), prefiero
tomármela como un punto de vista distinto que enriquece el universo expandido.
Son bastantes los aciertos que podemos ver en Rogue One, destacando entre ellos el cambio de estilo con respecto a los Episodios principales de la serie. Empieza la película, aparece el famoso rótulo azul con los cuatro erróneos puntos suspensivos y, a partir de ahí, se produce una ruptura total con lo que habíamos visto. Otro punto a favor es que se ha optado por mostrar mediante rótulos la ubicación de las principales acciones del film, lo que ayuda a que nos situemos mucho más fácilmente sin la necesidad de que ningún personaje tenga que indicarnos constantemente donde nos encontramos. Grandioso es cómo está plasmado todo el trasfondo de represión fascista en el que se desarrolla la película, aquí toda una historia bélica de raigambre clásica. El Imperio es lo que es, y creo que en este título han sabido plasmarlo casi igual de bien que en el Episodio V, e incluso con un tono aún más oscuro salpimentado con montones de storm troopers, avanzadas, cazas y destructores imperiales que siembran el terror por toda la Galaxia. A destacar queda también la desorganización evidente de la Alianza en sus planes para desbaratar el Imperio, sin tener muy definida aún su línea de actuación.
Según se comenta en numerosos
medios, ni personajes principales ni secundarios tienen carisma suficiente. ¿Los
actores, tanto principales como secundarios, no tienen carisma? ¿En serio? Para
mí la respuesta es clara: eso no es cierto, puesto que encontraremos más de un
personaje interesante y, si acaso, deberíamos mencionar a Forest Whitaker, simplemente
prescindible. Por lo demás, Felicity Jones, Diego Luna, Donnie Yen y Mads
Mikkelsen están impresionantes. Me he dejado a Ben Mendelsohn a propósito,
porque quería mencionar más detenidamente su papel como villano. ¡Ríete de Adam
Driver, porque esto sí que es un malvado a la altura! Se trata de un auténtico
general nazi que impone respeto y miedo con su mera presencia, mucho menos
infantil y, por decirlo de alguna manera, menos
"harrypotteriano". Efectivo
cien por cien, sin duda alguna, y mucho más acorde al tono serio que desprende
la cinta, lo que no quita que, a lo largo de todo el metraje, encontremos también
gags bastante ingeniosos.
Lo más llamativo y logrado de
todo, con permiso de la aparición estelar de Darth Vader, son los brillantes
efectos especiales y el más que sólido guión de Chris Weitz y Tony Gilroy
elaborado a partir de una historia original de John Knoll y Gary Whitta. Y
matizo lo de "guión original" porque el Episodio VII no era precisamente original sino, como se ha
comentado en infinidad de ocasiones, un
remake encubierto de Una nueva
esperanza.
Hay algún punto negativo que
repercute en la valoración global de este estupendo título. Por una parte, el
tramo central puede hacerse algo cuesta arriba durante, digamos, unos veinte
minutos. Y por otra, algún que otro añadido digital, aunque convincente en líneas
generales.
En definitiva, Rogue One es la entrega más violenta y
oscura de toda la saga, incluso más que los Episodios
III y V. Por supuesto, en ningún instante me he sentido estafado, al
contrario, ya que esperaba ver lo que me han mostrado en pantalla. Aquí tenemos
una muestra de que con ganas se puede recuperar el espíritu tradicional de la
saga, algo que seguramente hará las delicias de los más puristas. ¿Que cuenta
lo de siempre? ¿Y? Al menos, la película se muestra capaz de innovar a la hora
de contar una historia que nos podíamos imaginar y que veíamos venir, pero es
que se trata de una misión suicida...
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