miércoles, 6 de abril de 2016

Ay, pirata.


Hoy vamos con un tema candente, señores, alejando de la crítica cinematográfica pero, sin duda, de elevado interés al estar en estrecha relación con el mundo del cine. Se trata de un asunto un tanto peliagudo sobre el que se está hablando muchísimo en las redes sociales, especialmente en aquellos grupos relacionados con el cine y el coleccionismo de soportes físicos como el DVD o el Blu-Ray. Me refiero, como ya la mayoría de los interesados en mi post se habrán dado cuenta, al tema de las "supuestas" ediciones piratas que están, "supuestamente", poblando nuestro mercado videográfico nacional. Antes de proseguir, quiero dejar bien claras varias cosas. La primera, y creo que la más importante, es que yo no soy un dedo acusador y con este artículo se pretende, no informar sobre qué ediciones son o no "supuestamente" carentes de licencia de distribución, sino dar a conocer la postura de servidor en uno de los diferentes puntos clave que tiene este asunto (y remarco lo de "supuestamente" porque yo no soy la ley y además creo en la presunción de inocencia.  Segundo, cada uno es libre de opinar, como con todo lo demás. Tercero, tampoco voy a liarme demasiado y no me voy a mostrar ni indignado ni complacido, sino completamente neutral. Cuarto, todo lo que expongo aquí nace de los conocimientos adquiridos al llevar tiempo leyendo sobre el tema. Y quinto, en este enlace podéis leer un interesante artículo al respecto, en el que queda bien claro que el problema no es sólo de España: http://www.brentonfilm.com/articles/beware-of-pirates-how-to-avoid-bootleg-blu-rays-and-dvds

Me resulta curioso cómo muchos usuarios que hasta hace bien poco han consumido cine "supuestamente" sin derechos ahora han desarrollado su propia cruzada personal contra cierto grupo de editoras y se atreven a dar discursos de moralidad. Demagogia pura, señores. También entra en el mismo saco aquel colectivo que se atreve a afirmar tajantemente que nunca ha descargado nada de la red. Y de ese grupo conozco a cuatro. La rabieta general que hay en el ámbito videográfico viene de lejos, como mencionaré algo más adelante, pero se ha alcanzado un punto máximo con las declaraciones de Don Coscarelli, director de la saga Phantasma, en las que mostraba su malestar por las ediciones "supuestamente" sin licencia que había en nuestro país. Es decir, que ninguna de las tres películas hasta ahora editadas, Phantasma, Phantasma II y Phantasma III: El pasaje del terror, contarían con licencia para su distribución y venta. Esto lo dice él, el propio director, así que supongamos que sea verdad. Yo no lo sé. Evidentemente, si alguien vende algo que yo he hecho y no veo un duro pues me molesta. Así que en eso he de dar la razón a Coscarelli pero, ¿se ha preocupado él por satisfacer al mercado español? ¿Y algún otro? Durante mucho tiempo, lo único que hemos podido conseguir de su querida saga de Phantasma han sido los VHS cutres editados por Manga Films y BMG, que tenían una calidad de imagen deleznable, el DVD de la primera Phantasma editado por Manga para las colecciones Alucine y Calle 13, en formato recortado 4:3, y el lamentable DVD de la cuarta entrega editado por Filmax, sin ninguna clase de subtitulado. ¿Dónde está la bonita edición de esfera con algún tipo de subtitulado español o audio castellano? Aquí, desde luego, no.  Y han tenido años y años para poder editar algo en condiciones. Por otra parte, el hecho de que haya ediciones sin supuesta licencia en territorio español no me hace pensar que eso vaya a repercutir en que no vayamos a ver el estreno en nuestro país de la primera Phantasma restaurada en 4K, porque no íbamos a verla de ninguna de las maneras. Y el que tenga acceso a ella será aquel que pueda gastarse el dinero en una pantalla que emplee esa tecnología, la busque en el extranjero y sepa mucho inglés. O aquel que sea amigo de Coscarelli y se la regale. Y con esto pasa como con otro buen puñado de películas. Ahora resulta que todas ellas iban a tener edición... y yo me lo creo, ¿no? Es una pregunta, ¿me lo creo? Pues yo me respondo que no, no me lo creo.

El mercado español, como España en sí, lleva sumido en la miseria desde siempre, y ahora no es que vaya a peor, es que queremos hacer algo cuando ya estamos sumergidos en el problema. Con esto sólo pretendo decir que si nos vamos a quejar por algo, lo hagamos en condiciones y sin confundir términos. No pretendo justificar nada sino dar a conocer por qué creo yo que ha salido todo esto. El mercado español ya era una auténtica basura antes de que llegara la piratería. Y si no, que se lo digan por ejemplo a Warner, por ejemplo, que editó El exorcista en DVD en formato snapcase con unas primeras líneas de díálogo en español latino. Con la llegada del DVD se nos prometieron extras, escenas multiángulo, ediciones especiales... ¿Dónde está todo eso? ¿Acaso merecía la pena pagar los 24 euros de "PVP recomendado" por productos deficientes en contenidos y progresivamente de peor calidad audiovisual? ¿Cuánto tiempo hemos esperado para ver Howard, un nuevo héroe en España? Al sector audiovisual le importamos nada. Todo son abusos e improperios, y todo es por culpa de los dichosos intermediarios. No me puedo creer que yo haya podido comprar en el extranjero ediciones de películas que aquí no se han visto ni en pintura por precios irrisorios y con envío gratuito. Evidentemente, si todos quieren chupar del frasco, el coste ha de ser mucho más elevado. Y en parte la culpa de ello, sí, es de los que pasan por el aro y sueltan el dinero para comprar ediciones que, legales o no, son deficientes en todo, tanto en contenidos como en presentación. Pero claro, ahí entra en juego la doble moral: ¿pago 30 euros por una edición cochambrosa pero legal y sigo alimentando un mercado abusivo para gafapastas adinerados (sí, eso existe) u 8 por una edición que, supuestamente, no tiene licencia y que muy de vez en cuando me ofrece más que una posible edición legal? Esta rama del mercado habría surgido por la demanda por parte del aficionado de películas que consideran fundamentales para su videoteca y que, existiendo edición en DVD o BluRay en otros países, aquí no habían llegado todavía.

Con todo,  me niego a creer que las autoridades no sepan qué está ocurriendo. Por tanto, todo lo que sale de un comercio legal debería considerarse legal a ojos del consumidor. Otra línea distinta, y de la que prometí que hablaría, es el hecho de que hasta hace bien poco la mayor parte de los estrenos de clásicos en formato de alta definición se hacían en soporte BD-R, lo que supuso el detonante reaccionario contra estas ediciones. Ahora bien, yo voy a preguntar: ¿Alguien cree que mucho del material al que se acusa de "pirata" se iba a estrenar en España? Lo dudo. En los tiempos del VHS es posible que un 75% del material al que me refiero sí viese la luz (y también había piratería en aquellos tiempos) porque se editaba prácticamente todo pero ahora, a día de hoy, día en el que ni el BluRay consigue progresar con cuatro títulos nuevos al mes y montones de reediciones de los mismos e insoportables blockbusters de siempre, es improbable. Sigamos pues echando la culpa por entero a los consumidores y depuremos responsabilidades de los otros culpables de esta situación, que no son sino aquellos que han querido forrarse haciendo que los costes se eleven hasta la estratosfera.


Y sigamos con nuestra demagogia, escuchando campanas sin saber dónde. Que cada uno compre lo que quiera comprar, mientras pueda y se lo permita la ley, yo no tengo por costumbre señalar a nadie y si bien es cierto que no me parece justo que se editen películas sin derechos tampoco me parece justo que se descargue nada de la red, a pesar de que el cine que a mí me interesa no supondría grandes pérdidas a la industria. Yo tengo la conciencia muy tranquila y muchas otras cosas que hacer que levantarme por la mañana y carcomerme con el mismo asunto a todas horas, ¿y los demás?

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