Hoy vamos con un tema candente,
señores, alejando de la crítica cinematográfica pero, sin duda, de elevado
interés al estar en estrecha relación con el mundo del cine. Se trata de un asunto
un tanto peliagudo sobre el que se está hablando muchísimo en las redes
sociales, especialmente en aquellos grupos
relacionados con el cine y el coleccionismo de soportes físicos como el DVD o
el Blu-Ray. Me refiero, como ya la mayoría de los interesados en mi post se habrán dado cuenta, al tema de las
"supuestas" ediciones piratas que están, "supuestamente",
poblando nuestro mercado videográfico nacional. Antes de proseguir, quiero
dejar bien claras varias cosas. La primera, y creo que la más importante, es
que yo no soy un dedo acusador y con este artículo se pretende, no informar
sobre qué ediciones son o no "supuestamente" carentes de licencia de
distribución, sino dar a conocer la postura de servidor en uno de los
diferentes puntos clave que tiene este asunto (y remarco lo de
"supuestamente" porque yo no soy la ley y además creo en la
presunción de inocencia. Segundo, cada
uno es libre de opinar, como con todo lo demás. Tercero, tampoco voy a liarme
demasiado y no me voy a mostrar ni indignado ni complacido, sino completamente
neutral. Cuarto, todo lo que expongo aquí nace de los conocimientos adquiridos
al llevar tiempo leyendo sobre el tema. Y quinto, en este enlace podéis leer un
interesante artículo al respecto, en el que queda bien claro que el problema no
es sólo de España: http://www.brentonfilm.com/articles/beware-of-pirates-how-to-avoid-bootleg-blu-rays-and-dvds
Me resulta curioso cómo muchos usuarios
que hasta hace bien poco han consumido cine "supuestamente" sin
derechos ahora han desarrollado su propia cruzada personal contra cierto grupo
de editoras y se atreven a dar discursos de moralidad. Demagogia pura, señores.
También entra en el mismo saco aquel colectivo que se atreve a afirmar
tajantemente que nunca ha descargado nada de la red. Y de ese grupo conozco a
cuatro. La rabieta general que hay en el ámbito videográfico viene de lejos,
como mencionaré algo más adelante, pero se ha alcanzado un punto máximo con las
declaraciones de Don Coscarelli, director de la saga Phantasma, en las que mostraba su malestar por las ediciones
"supuestamente" sin licencia que había en nuestro país. Es decir, que
ninguna de las tres películas hasta ahora editadas, Phantasma, Phantasma II y Phantasma
III: El pasaje del terror, contarían con licencia para su distribución y
venta. Esto lo dice él, el propio director, así que supongamos que sea verdad.
Yo no lo sé. Evidentemente, si alguien vende algo que yo he hecho y no veo un
duro pues me molesta. Así que en eso he de dar la razón a Coscarelli pero, ¿se ha preocupado él por satisfacer al
mercado español? ¿Y algún otro? Durante mucho tiempo, lo único que hemos
podido conseguir de su querida saga de Phantasma
han sido los VHS cutres editados por Manga Films y BMG, que tenían una calidad
de imagen deleznable, el DVD de la primera Phantasma
editado por Manga para las colecciones Alucine y Calle 13, en formato recortado 4:3, y el lamentable DVD de la cuarta entrega
editado por Filmax, sin ninguna clase de subtitulado. ¿Dónde está la bonita
edición de esfera con algún tipo de subtitulado español o audio castellano?
Aquí, desde luego, no. Y han tenido años y años para poder editar
algo en condiciones. Por otra parte, el hecho de que haya ediciones sin
supuesta licencia en territorio español no me hace pensar que eso vaya a
repercutir en que no vayamos a ver el estreno en nuestro país de la primera Phantasma restaurada en 4K, porque no
íbamos a verla de ninguna de las maneras. Y el que tenga acceso a ella será
aquel que pueda gastarse el dinero en una pantalla que emplee esa tecnología,
la busque en el extranjero y sepa mucho inglés. O aquel que sea amigo de Coscarelli
y se la regale. Y con esto pasa como con otro buen puñado de películas. Ahora
resulta que todas ellas iban a tener edición... y yo me lo creo, ¿no? Es una
pregunta, ¿me lo creo? Pues yo me respondo
que no, no me lo creo.
El mercado español, como España
en sí, lleva sumido en la miseria desde siempre, y ahora no es que vaya a peor,
es que queremos hacer algo cuando ya estamos sumergidos en el problema. Con
esto sólo pretendo decir que si nos vamos a quejar por algo, lo hagamos en
condiciones y sin confundir términos. No pretendo justificar nada sino dar a
conocer por qué creo yo que ha salido todo esto. El mercado español ya era una
auténtica basura antes de que llegara la piratería. Y si no, que se lo digan por
ejemplo a Warner, por ejemplo, que editó El
exorcista en DVD en formato snapcase
con unas primeras líneas de díálogo en español latino. Con la llegada del DVD
se nos prometieron extras, escenas multiángulo, ediciones especiales... ¿Dónde
está todo eso? ¿Acaso merecía la pena pagar los 24 euros de "PVP
recomendado" por productos deficientes en contenidos y progresivamente de
peor calidad audiovisual? ¿Cuánto tiempo hemos esperado para ver Howard, un nuevo héroe en España? Al
sector audiovisual le importamos nada. Todo son abusos e improperios, y todo es
por culpa de los dichosos intermediarios. No me puedo creer que yo haya podido
comprar en el extranjero ediciones de películas que aquí no se han visto ni en
pintura por precios irrisorios y con envío gratuito. Evidentemente, si todos
quieren chupar del frasco, el coste ha de ser mucho más elevado. Y en parte la
culpa de ello, sí, es de los que pasan
por el aro y sueltan el dinero para comprar ediciones que, legales o no, son
deficientes en todo, tanto en contenidos como en presentación. Pero claro,
ahí entra en juego la doble moral: ¿pago 30 euros por una edición cochambrosa
pero legal y sigo alimentando un mercado abusivo para gafapastas adinerados (sí, eso existe) u 8 por una edición que,
supuestamente, no tiene licencia y que muy de vez en cuando me ofrece más que
una posible edición legal? Esta rama del mercado habría surgido por la demanda
por parte del aficionado de películas que consideran fundamentales para su
videoteca y que, existiendo edición en DVD o BluRay en otros países, aquí no habían
llegado todavía.
Con todo, me niego a creer que las autoridades no sepan
qué está ocurriendo. Por tanto, todo lo que sale de un comercio legal debería considerarse legal a ojos del
consumidor. Otra línea distinta, y de la que prometí que hablaría, es el
hecho de que hasta hace bien poco la mayor parte de los estrenos de clásicos en
formato de alta definición se hacían en soporte BD-R, lo que supuso el
detonante reaccionario contra estas ediciones. Ahora bien, yo voy a preguntar:
¿Alguien cree que mucho del material al que se acusa de "pirata" se
iba a estrenar en España? Lo dudo. En los tiempos del VHS es posible que un 75%
del material al que me refiero sí viese la luz (y también había piratería en
aquellos tiempos) porque se editaba prácticamente todo pero ahora, a día de
hoy, día en el que ni el BluRay consigue progresar con cuatro títulos nuevos al
mes y montones de reediciones de los mismos e insoportables blockbusters de siempre, es improbable.
Sigamos pues echando la culpa por entero a los consumidores y depuremos
responsabilidades de los otros culpables de esta situación, que no son sino
aquellos que han querido forrarse haciendo que los costes se eleven hasta la
estratosfera.
Y sigamos con nuestra demagogia,
escuchando campanas sin saber dónde. Que cada uno compre lo que quiera comprar,
mientras pueda y se lo permita la ley, yo no tengo por costumbre señalar a
nadie y si bien es cierto que no me parece justo que se editen películas sin
derechos tampoco me parece justo que se descargue nada de la red, a pesar de
que el cine que a mí me interesa no supondría grandes pérdidas a la industria.
Yo tengo la conciencia muy tranquila y muchas otras cosas que hacer que
levantarme por la mañana y carcomerme con el mismo asunto a todas horas, ¿y los
demás?
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